La rutina hacia el éxito
El éxito en la carrera comercial es una conjunción de pequeñas formulas que nos ayudan a obtener el máximo potencial de nuestras habilidades. Desarrollar una rutina hacia el éxito es uno de esos pequeños pasos que nos harán ser más grandes.
He recalcado hasta la saciedad la importancia de muchas otras de esas pequeñas formulas que nos ayudarán a alcanzar el éxito como la formación, consejos para mejorar la comunicación, técnicas propias de ventas (cierre, prospección, etc) o formas de motivación; pero una y otra vez escucho la misma disculpa: el día solo tiene 24 horas, no tengo tiempo para todo. Es verdad, nuestros recursos son limitados. Por eso es fundamental saber cómo aprovechar hasta el último segundo de la mejor manera.
En otra entrada, ya os hablé de los hábitos que os convertirán en un profesional de ventas. Hoy quiero ir un paso más allá, quiero hablar de la rutina hacia el éxito, de la planificación diaria del trabajo y el ocio. Debo admitir que para este artículo me inspiré en la fantástica infografía de Info We Trust sobre las rutinas creativas de grandes personajes de la historia.
Que mejor manera de aprender que seguir el ejemplo de los más grandes.
No podemos negar que somos latinos. Aunque no me gustan las generalizaciones, debemos admitir que somos mucho menos estructurados que nuestros vecinos del norte. No quiero decir que un horario inflexible y una cuadriculación extrema al estilo alemán, sea la mejor opción. Al contrario, creo que siempre debemos dejar un margen para nuestra intuición y ser flexibles con los horarios que no marcamos.
Pero también creo que es necesario marcarse algún tipo de rutina. Estudiar qué partes de nuestro trabajo se nos da mejor, o produce mejores resultados en qué momento del día, e intentar crear una planificación del día en base a esos resultados.
Si queremos exprimir hasta el último segundo de nuestro tiempo no podemos basarlo todo en nuestra intuición y capacidad de improvisación, establece rutinas que te obliguen a avanzar y a disfrutar de tu trabajo.
Si, como dije antes, queremos aprender de los grandes, al analizar sus rutinas creativas llegamos a la conclusión de que no hay una receta mágica para todos. Unos prefieren trabajar por la noche, otros aprovechan la mañana, otros concentran toso su esfuerzo en unas pocas horas, hay quien intercala trabajo con placer, en definitiva, cada uno tiene que encontrar el horario que mejor se adapte a su características.
Insisto en que no pretendo instaurar la rutina como hábito de trabajo, lo que busco es organizar eficazmente el trabajo. No podemos esperar a que nos llegue la inspiración. Como decía Picasso: “La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando”.
Aunque como ya he explicado, cada uno debe encontrar su horario perfecto, hay consejos generales para todos para generar nuestra rutina hacia el éxito:
– No te excedas en los tiempos de concentración. A no ser que seas capaz de trabajar 7 horas seguidas alimentadas por hasta 50 cafés como Balzac, tomate un respiro de vez en cuando. Existen estudios que cifran en 40 minutos el umbral de declive de la concentración, por lo que pasado ese tiempo deberíamos tomarnos un pequeño descanso de 5-10 minutos.
– El trabajo importante, el creativo, lo debemos colocar a primera hora de la mañana, antes de estar inundados por emails, llamadas y demás.
– Reserva tiempo para ti mismo. Necesitas relajarte y liberarte de tensiones. Tan importante como el trabajo duro es el poder descansar correctamente para enfrentarte con energías renovadas a un nuevo día.
– No caigas en el aburrimiento. Para ello es necesario que varíes las tareas para romper la monotonía. Si te sientes aburrido o falto de motivación, busca nuevos objetivos y cambia tu rutina para poder conseguirlos.
– Aunque parezca una tontería el ejercicio físico es muy importante en nuestra rutina diaria. Tenemos que incluir un ejercicio moderado que sirva para recargar las pilas y como válvula de escape para las tensiones del día.
– Revisa tus logros. Comprueba que tu rutina te lleva en volandas hacia las metas que te has marcado. Observa si hay algún punto en el que no avanzas como te habías propuesto y rediseña tu rutina en consecuencia.
Estos pequeños pasos deben ir formando nuestra rutina hacia el éxito, aportando ese pequeño empujón que necesitamos para estar más cerca de nuestro objetivo.
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