La vida conectada empieza a articularse en los hábitos de los consumidores. Los servicios conectados han venido a ampliar las funciones domésticas, permitiendo que diversas tareas cotidianas sean más fáciles de ejecutar. O, al menos, más cómodas. Gracias a los servicios basados en Inteligencia Artificial (IA), una tecnología en boga en la actualidad a pesar de estar fraguándose desde los años cincuenta, el mundo de la empresa también ha encontrado una manera de agilizar procesos, mejorar resultados y, en definitiva, optimizar recursos en un entorno cada vez más competitivo.
La robotización de la industria es un hecho incuestionable. Desde hace cien años, las empresas que han buscado la modernidad han centrado sus esfuerzos en adaptar las nuevas tecnologías de la época. La cara menos amable ha sido, sin embargo, la eliminación de miles de trabajos rutintarios en favor de las máquinas, aunque por fortuna han creado otras nuevas tareas en las que poner la mano humana. Y esos avances en materia de «inteligencias» también empiezan a ver la luz en una de las patas del mundo empresarial como es la gestión de los proveedores.
Gosupply, una «startup» española, ha encontrado, así, un espacio de crecimiento de esta tecnología. Fundada en 2017 por el emprendedor Jaime Velasco, la firma apuesta por la creación de una «plataforma de análitica avanzada» diseñada a filtrar la «información agregada» de cada empresa, notificándoles a estas, en tiempo real, «los posibles riesgos, especialmente para las áreas de compras de sus clientes».
Esta idea, todavía en fase de crecimiento y expansión, se sustenta sobre una plataforma de tipo «SaaS» («Software as a Service», software como servicio en español) que permite monitorizar a proveedores y terceras partes de la compañía en todo el mundo con el objetivo de detectar y gestionar cualquier riesgo o desafío que pueda surgir en la cadena de suministro. El objetivo de la compañía es garantizar «una gestión más transparente y eficiente» en este habitual proceso empresarial. Además, el servicio proporciona adicionalmente un sistema de pre-homologación y calificación interna de proveedores, «lo que ayuda a los clientes a afrontar la toma de decisiones» dentro de la empresa con información detallada.
La IA se ha posicionado, en ese sentido, como una de las áreas de mayor crecimiento tanto a nivel empresarial como del mundo del consumo. El presente año 2019 ha abierto las puertas de par en par a esta tecnología, así como los servicios en la «nube», el «blockchain» o el llamado «Internet de las Cosas». Varios escenarios que las diferentes industrias llevan tiempo experimentando. De hecho, un reciente estudio de la firma GP Bullhound considera que una tercera parte de las emrpesas incorporarán la inteligencia artificial en sus procesos a lo largo del año.
«La IA es un elemento estratégico para la transformación de los negocios y ofrece enormes beneficios empresariales»
Y no solo eso; diversos estudios apuntan a que la IA tendrá un gran impacto en, por ejemplo, los procesos de selección de personal en el departamento de Recursos Humanos y en otros espacios de la logística de las compañías de todo tipo. Ejemplo son las empresas, ya sean de fabricación de textiles o un «e-commerce», que recurren cada vez más a la IA para avanzar todo lo posible frente a sus competidores. Sin embargo, para muchas empresas la complejidad de adoptar plenamente la IA puede llegar a ser una tarea muy compleja e, incluso, «casi inaccesible», según diversos expertos consultados por este diario. De ahí a que las grandes empreas tecnológicas como Google, Microsoft o Apple no deseen ceder más terreno a sus rivales en esta materia.
«Conseguir que más empresas puedan utilizar Inteligencia Artificial significa que sea más fácil para ellas el descubrir, compartir y utilizar las herramientas y el trabajo ya existentes», sostienen fuentes del gigante de internet estadounidense, que recientemente anunció una plataforma llamada AIHub destinada a las empresas y que pone el foco en simplificar la consulta y análisis de grandes datos.
La IA ha supuesto una irrupción en muchos ámbitos y sectores laborales. En el día a día, basta con navegar en internet para conocer alguna de sus aplicaciones. Los motores de búsqueda estudian los hábitos y comportamientos, se utilizan algoritmos de autoaprendizaje que analizan lo que se compra, e incluso el horario en el que se hace. Sin embargo, tiene mucho más recorrido que su actual ámbito de aplicación.
«La IA es un elemento estratégico para la transformación de los negocios y ofrece enormes beneficios empresariales. Además de mejorar la productividad, la tecnología podría también mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, puesto que la IA se encargará de las tareas rutinarias posibilitando que los profesionales se especialicen en tareas que aporten más valor a la compañía», señala en un comunicado Gema Ruiz-Díaz, experta en IA en Vector ITC Group.