La rutina del éxito
Aunque parezca mentira, la vida de un emprendedor es de las más ocupadas del mundo. De hecho, tienen muchas cosas que hacer y muy poco tiempo para llevarlas a cabo. ¿Cómo es posible que entonces puedan llevar sus negocios con éxito? ¿Existe la clave de la victoria?
Muchos apuntan a que el Santo Grial de la productividad consiste en trabajar de forma constante y ardua, pero lo cierto es que las personas que consiguen alcanzar sus metas tienen una rutina diaria –y, por consiguiente, de trabajo- que les permite conciliar todos los aspectos de su vida. Y es aquí donde radica su verdadero éxito.
Desde Opinno destacamos una lista de seis rutinas por las que la mayoría de las personas exitosas se rigen en su día a día.
1. Planifican su día
A Benjamin Franklin se le atribuye la frase "Acostarse temprano y levantarse temprano hace a un hombre saludable, rico y sabio". Sin embargo, el simple hecho de despertarse a las 6 de la mañana no nos hace más productivos. El quid de la cuestión consiste en aprovechar las horas previas a la jornada laboral al máximo. ¿Cómo es esto posible?
Muchos expertos hablan de la necesidad de focalizar nuestro día desde primera hora de la mañana, o lo que es lo mismo, establecer una agenda en la que determinemos qué cosas son importantes y cuáles urgentes para poder tener una visión global de nuestra jornada.
También es necesario tomarse la mañana con calma. Las prisas y el café de camino a la oficina pueden traducirse en un estado de “estrés” que se alargará durante todo el día. Acostúmbrate a levantarte con tiempo y a tomar un buen desayuno mientras lees el periódico o ves las noticias. Notarás la diferencia.
2. Hacen ejercicio
Cuentan que practicar deporte a primera hora de la mañana es uno de los grandes secretos de la productividad diaria. De hecho, el simple gesto de correr genera endorfinas, las mismas sustancias químicas que nuestro cuerpo produce cuando, por ejemplo, estamos enamorados.
Por otro lado, la realización de una actividad física matinal crea mayor constancia y ayuda a despejar el cuerpo y la mente. En definitiva, nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos el resto del día.
3. Empiezan por el trabajo más arduo
Aprovechar las primeras horas cuando estás más concentrados y motivado para hacer las tareas más trabajosas es otro de los secretos de la gente exitosa. No en vano tiene un sentido muy lógico; a medida que avanzan las agujas del reloj nuestra mente comienza a sumergirse en un estado de embotamiento, sobre todo con la llegada de la época estival y del buen tiempo.
Si no te puedes resistir a mirar por la ventana es preferible que des un paseo rápido para despejarte y vuelvas a tu puesto de trabajo con las energías renovadas.
4. Procuran tener descansos entre horas
Este punto está en relación al anterior y se basa en una regla de oro: estar sentados en una mesa diez horas no nos hace ser más productivos. El sencillo gesto de dedicarnos a leer la prensa o de charlas con nuestros compañeros durante unos minutos, así como echar un vistazo a las páginas webs que más nos gustan es importante para refrescar ideas e, incluso, generar nuevas.
5. Hablan, preguntan y escuchan
Es, en definitiva, dedicar tiempo a los demás. Una persona de éxito sabe mantener las relaciones personales y laborales vivas, dedicándole unos minutos a sus compañeros de trabajo y colaboradores todos los días.
Asimismo, que queramos ser grandes emprendedores no quiere decir que tengamos que saber todas las respuestas del universo. Un buen líder asume que si está rodeado por un gran equipo es precisamente para servirse de sus conocimientos. Preguntar, al igual que reflexionar, es de sabios.
6. Se dedican unos momentos
Hemos hablado sobre prestar atención a las personas que nos rodean. Eso está muy bien. Sin embargo, hay quienes se olvidan de otra persona más importante aún; nosotros mismos. En este sentido, muchos expertos destacan la importancia de la meditación al final del día: un ejercicio que nos sirve para despejar la mente y prepararla para la siguiente jornada.
Por último, permítete un lujo tan necesario como es el de relajarse con una película, un buen libro, una cena con los amigos o una actividad cultural, ya que el ocio es tan necesario como el trabajo. Uno de los grandes problemas del siglo XXI es la incapacidad que tenemos de desconectar de tareas y obligaciones, sobre todo con la llegada de las nuevas tecnologías: ¿quién no ha revisado el correo antes de acostarse y ha visto un email que le ha robado el sueño? Hazte un favor a tí mismo y apaga el móvil, ¡no está prohibido!
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